Luis Perez

El problema resurgió en abril de 2008, cuando el Concejo Municipal nombró Alcalde a Max Tórrez, el destituido René Pérez se resistió a abandonar la silla edilicia, en la que se mantiene hasta ahora. Como consecuencia, unos 25 funcionarios abandonaros sus puestos y los vecinos están enojados y temerosos por la situación. “Prefiero no decir nada, es que pueden quemar mi casa; estos problemas de la Alcaldía son graves y tenemos miedo”. Así mostró el temor una de las vecinas de Achocalla, quien pidió la reserva de su nombre. La pugna política que se desató en 2006 volvió a salir a flote en abril de 2008. Esta última crisis provocó el congelamiento de sus cuentas desde septiembre. Al igual que esta pobladora de Achocalla, municipio ubicado a seis kilómetros de la ciudad de La Paz y conformada por 35.000 habitantes, hay otros vecinos que sienten, además de temor, molestia por la falta de obras y desarrollo del lugar, porque el municipio está “paralizado”. Pasadas las 14.45 de ayer, las oficinas de la Alcaldía, ubicadas en la plaza principal del pueblo, lucían semivacías. Uno que otro funcionario se encontraba cumpliendo su actividad cotidiana y muy pocos pobladores realizaban trámites en ventanillas. El coordinador general de la comuna, Pablo Hernán Cruz, dijo que desde que comenzaron los problemas, unos 20 a 25 funcionarios dejaron la entidad porque optaron por otras oportunidades de trabajo. Hoy sólo quedan unos 70 trabajadores pese al congelamiento de las cuentas. Sin embargo, estos funcionarios están impagos desde diciembre de 2008 porque la Alcaldía no puede mover los recursos de transferencia. Con dificultad lograron cubrir los aguinaldos en diciembre. Max Carlos Tórrez, del Movimiento Al Socialismo (MAS), y René Pérez, de la agrupación ciudadana Vida, reclaman la legalidad de su nombramiento como primera autoridad edil. Cada quien, a su turno, argumenta que debe ocupar la silla municipal porque le respalda la legalidad. Pérez comentó que estaría de acuerdo con dejar el cargo siempre y cuando sus detractores le demostraran que así corresponde. La historia El 10 de agosto de 2006, luego de que Wenceslao Ochoa (el primer alcalde de la gestión 2005-2009) fuera destituido del cargo con una acusación de haber incurrido en actos de corrupción, el Concejo de Achocalla nombró en su lugar, de manera interina, a René Pérez. Según señaló Ochoa, Pérez se mantuvo en el puesto hasta el 24 de abril de 2008, casi dos años de gestión. Pero fue destituido por el Concejo porque “hubo malversación de recursos, pues figuraban obras fantasmas como concluidas, como el empedrado de la avenida Añahuani y la construcción de una de las dos rotondas a los extremos del tramo”. En una visita al lugar, La Prensa encontró que sólo la mitad de ese camino está empedrado. Ante esta situación, el Concejo decidió designar como alcalde a Max Carlos Tórrez, quien hasta la fecha no logró posesionarse por la resistencia del grupo encabezado por Pérez. Tórrez, incluso, planteó un amparo constitucional que la Corte de Distrito falló a su favor. Pero Pérez argumentó una serie de irregularidades en el nombramiento de Tórrez para evitar su posesión. “El grupo que sigue a Tórrez buscó motivos para suspender a dos de los cinco concejales titulares y, contando con suplentes, en una sesión viciada de nulidad se hizo nombrar alcalde”. Pérez añadió que su oponente tiene juicios pendientes por apropiación indebida de una topadora que correspondía a la Prefectura del departamento de La Paz, además de haber pagado un viaje a España con recursos municipales. Ambas razones, dice, le valieron una suspensión del Concejo en julio de 2007. La paralización Como resultado de esta pugna política, Achocalla no tiene obras. Al menos cuatro grandes proyectos —la perforación de pozos de agua potable; dotación de mobiliario escolar; obras del programa “Bolivia cambia, Evo cumple” y dotación de agua— están paralizados y a punto de perderse porque algunos ítems requieren una contraparte edilicia. También debido a estos conflictos se suspendió la dotación del desayuno escolar, lo que va en perjuicio de los estudiantes de las escuelas públicas. Entre el lunes y martes de esta semana, los pobladores que apoyan a Pérez bloquearon la carretera La Paz-Oruro en exigencia de la habilitación de las cuentas municipales. La medida quedó en cuarto intermedio hasta el viernes luego de que la Policía liberase a los ocho aprehendidos durante el despeje del cierre de la vía. Achocalla administra anualmente alrededor de 14 millones de bolivianos, de los cuales tres millones son de recursos propios y el resto, transferencias del Tesoro General de la Nación (TGN). Pero, según Cruz, debido a los problemas en el municipio, la recaudación que forma parte de los recursos provenientes de los tributos a bienes inmuebles bajó a dos millones. “La gente, viendo estos problemas, no quiere tributar, siente temor por que su dinero no se emplee de modo adecuado, entonces no lo hace”. LOS VECINOS OPINAN Maclovio Calderón “Estos problemas siempre nos están llevando a un retraso, en especial en las escuelas, en el ámbito educativo. Ya estamos cansados de esta situación, es que perjudica y la educación nada tiene que ver en esos líos. Las juntas escolares vamos a tener que tomar alguna decisión, porque este problema es desde el año pasado y hasta ahora no arreglan, no sé qué hacen que no logran una solución apropiada”. Octavio Huaylluco “Todos los pobladores de Achocalla nos sentimos defraudados por el voto popular de las elecciones pasadas. Hemos dado el voto de concejales titulares, pero ha sido una burla para los pobladores, pues no han cumplido de acuerdo con sus campañas y sus planteamientos. Actualmente, la población en todo ámbito, obras, salud, educación, está mal y debido a ellos”. Andrés Paredes “El conflicto es político, la oposición no deja trabajar, todo por un papel dice que ha viajado a España (Max) Tórrez y de ahí dice que comenzó todo. Han hecho una traba para perjudicar al Alcalde. Pero no sólo se perjudican ellos, sino el pueblo. Estamos molestos porque no hay proyectos y más aún cuando es época de lluvias, la Alcaldía no está trabajando, es que no le dejan”. Lidia Blanco “No podemos desarrollar todas nuestras actividades. Los problemas políticos perjudican, es que no se puede hacer obras, no tenemos desayuno escolar y eso es grave para nosotros. Por ejemplo, no hay nuevas aulas, ítems para educación, salud. Pedimos al presidente Evo Morales que solucione todo esto porque las comunidades se perjudican y los niños también”. El conflicto En Achocalla, René Pérez y Max Tórrez pugnan por dirigir la Alcaldía municipal. Este problema de gobernabilidad provocó que desde septiembre se congelen sus cuentas. Esa decisión del Gobierno central en caso de conflicto termina por paralizar las obras. Cuatro proyectos de agua y caminos, además del desayuno escolar, están inmovilizados. Su presupuesto anual es 14 millones de bolivianos de los que 3 millones son recursos propios.